La competencia de fútbol más importante a nivel de clubes se encuentra en el momento definitorio de la fase de grupos. Solo los mejores equipos de Europa lograrán hacerse un lugar en las eliminatorias para intentar ganar el trofeo más preciado: la Liga de Campeones de Europa.
Faltando únicamente dos fechas hasta la tabla de clasificaciones final, al momento no se observan grandes sorpresas. Todos los principales candidatos están en zona de clasificación, incluyendo a Juventus, que desde la partida de Cristiano Ronaldo al Manchester United está encontrando serias dificultades para consolidarse en su liga doméstica.
Quizás las excepciones, si bien se trata de equipos de menor jerarquía, sean Atlético de Madrid y Sevilla. Ambos conjuntos tienen aún chances de pasar de ronda y podrían considerarse entre las plantillas más poderosas de sus respectivas zonas pero, a la vista de su rendimiento reciente, es probable que no logren revertir la situación y finalicen, a lo sumo, ingresando a la fase de grupos de la Europa League, la segunda competición regional.
Bayern, imbatible en el grupo E
Algunos clubes han logrado mantener un puntaje perfecto en las cuatro fechas que se han disputado hasta el momento. Entre ellos, Bayern es el que ha demostrado la mayor superioridad frente a sus rivales, con un Lewandowski intratable en el área de gol. Con este espectacular inicio, el conjunto bávaro se ha posicionado como uno de los candidatos a disputarle el título a los últimos finalistas del certamen: Chelsea y Manchester City. Su dominancia absoluta en la Bundesliga le ha permitido incluso preservar algunas de sus figuras más importantes para los enfrentamientos de copa, lo que le aporta un plus de condición física en cada partido.
El mal momento del otro candidato de la zona, el F.C. Barcelona, ha allanado el camino del equipo alemán hacia la ronda final. Desde la salida de Leo Messi, el club catalán no logra encontrar el rumbo y ha despedido recientemente a su entrenador estrella, Ronald Koeman. Una situación económica delicada y la impaciencia de la afición ha dejado sin opciones al cuerpo técnico del Barcelona, que no ha sabido explotar el prometedor talento joven de la cantera para rearmar su equipo.